viernes, 24 de junio de 2011

Artículo de Javier Margulis sobre los hechos ocurridos en el Teatro San Martín durante una función a la que asistió Macri

Una visita de Philippe Genty, no pasa desapercibida en Buenos Aires por más que la difusión haya sido escasa, prácticamente nula. Así que estuvimos para disfrutar de su espectáculo todos los que boca a boca nos fuimos enterando.
El estreno fue el miércoles 22 de junio y en el hall, entre la multitud que, incómoda esperaba la orden de acceso a la Martín Coronado, apareció el Jefe de gobierno, maquilladito, rodeado de unos cuantos fotógrafos y periodistas que hicieron más notoria su aparición. A su lado, haciendo gala de su obsecuencia, Lombardi, desparramaba sonrisas, mientras nevaba cielo raso descascarado y las señoras ostentosas saludaban como los baratos ositos chinos de la suerte al galán que se tragó el bigote.
Inmediatamente los que percibimos su presencia comenzamos a alejarnos y en segundos se hizo un vacío de gente alrededor del núcleo que rodeaba al Anfitrión. Fue una reacción que me sorprendió, porque ocurrió espontáneamente, haciendo más visible la presencia que, obviamente, incomodaba.
Mi mirada se juntó con otras, desconocidas, que se hicieron cómplices, y comenzaron a escucharse en distintos sectores del Hall voces que decían: “¡Qué mal olor!”, “Por favor, ¡qué caradura!”, “¡Socorro!”.
Cuando abrieron el acceso a la sala, los comentarios entre los que buscábamos nuestro lugar solo se referían al momento desagradable que acabábamos de pasar. En mi caso no es agradable compartir ningún espacio con este señor y parece que para muchos tampoco.
El jefe hubiera podido evitar lo que ocurrió pocos minutos después entrando a la sala una vez apagadas las luces, pero no lo hizo. Tal vez le resultó difícil mantenerse en el Hall, aturdido por los murmullos que rebotaban la ofensa de su presencia o, simplemente, quiso ostentar su impunidad entrando a la platea para ubicarse en las primeras filas.
¿Qué esperaba? ¿No sabe que la gente de la cultura lo detesta? ¿ No sabe que quienes asisten al TMGSM no son PRO ignorantes, aunque paguen precios populares?
La sala estalló en pocos segundos, antes de que llegara a sentars. “Vos no sos Bienvenido”, “Andate que igual no lo vas a entender”, “¡Qué se vaya!”, acompañado de palmas y silbidos, contagiando la emoción del escrache espontáneo.
El maquillaje no fue capaz de ocultar cómo el bruxismo le endurecía los pómulos.
Claro que hubo, pocos por suerte, quienes defendieron al jefe de gobierno con el argumento de que gracias a él podíamos ver a Genty por 30 pesos. No era el momento de lucir argumentos más contundentes para demostrarles que se equivocaban, preferí seguir palmeando, y festejando la creatividad de los elegantísimos insultos que le hicieron pasar un mal momento y que, aunque no le borraron la falsa sonrisa, le distrajeron sin duda, los minutos anteriores al sueño. Esta noche no, querida, fueron seguramente las últimas palabras que dijo la madrugada del jueves 23 de junio y el mundo onírico de Genty fue su nueva pesadilla.
Javier Margulis
En estos momentos tiene en cartel el espectáculo "Bastarda sin nombre" Funciones viernes y sábados a las 21 en Teatro Espacio Abierto. Pasaje Carabelas 255.

1 comentario:

  1. que los porteños podamos rememorar, comprender, elaborar, interpretar, los por lo menos desatinos de modo que cancelemos al fin nuestra propia pesadilla, que el monigote no insista en repetirse.

    porque estoy con cristina y para sacar a macri, voto a filmus.
    grande javi!
    beso

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